La primera vez que probé la caldeirada fue en Muxía, provincia de la Coruña, en un pintoresco restaurante llamado el Cordobés. De todas las recetas de caldeiradas que he probado ésta es la que más me gusta, y ahí Lola lo bordaba. Desgraciadamente para mi - afortunadamente para ellos- Lola y el Cordobés se han jubilado así que si pasáis por allí podéis tomar una caldeirada bastante buena en el restaurante Coral, pues el Cordobés ya no está.
Volviendo a la receta, Julia Muiño me explicó como se hacía, así que voy a compartirlo con vosotros.
Ingredientes:
Pescado (puede ser de casi cualquier tipo, rape, dorada, xargo, merluza...) recomiendo partirlo en medallones.
Ajos
Patatas (a ser posible gallega, una mala patata estropea el plato)
Una cebolla
Dos hojas de laurel
Pimentón de la Vera
Aceite
Sal
En primer lugar, pelamos las patatas y las partimos en rodajas de 1 cm de grosor. Cortamos un trozo de cebolla, y un par de dientes de ajo. Lo ponemos todo a cocer junto con las hojas de laurel. Unos 5 minutos antes de que la patata termine de cocer agregamos el pescado. Pasados 4 o 5 minutos sacamos las patatas y el pescado y lo ponemos en una fuente.
Por otro lado, en una sartén sofreímos la media cebolla (a mi personalmente me gusta cortarla en juliana, me gusta ver la cebolla), y un par de dientes de ajo. Cuando la cebolla esté transparente lo retiramos del fuego y añadimos un par de cucharaditas de pimentón, removemos y añadimos un cazo o dos de caldo de la coción del pescado y la patata. Damos un hervor y lo echamos sobre la fuente con las patatas y el pescado.
Si lo acompañamos de un buen albariño, el éxito esta asegurado.
